El jefe de sección de 'El Día' ofrece un pregón en el que reivindica la importancia que la piedad popular ha tenido en la ciudad de Córdoba a lo largo de los siglos.
"La religiosidad popular tiene vida más allá de la Semana Santa". Bajo esta premisa, el jefe de Local de El Día, Jesús Cabrera, dio comienzo ayer su pregón de Gloria, en el que ofreció un recorrido histórico por todas y cada una de las advocaciones gloriosas de Córdoba. En su intervención, Cabrera, quiso dejar bien claro la importancia que estas hermandades han tenido a lo largo de la historia, ya que sus "raíces están adheridas a la médula más auténtica de esta ciudad". Como ejemplo, el exaltador del periodo de Gloria expuso el caso de la presencia de estas advocaciones en el callejero de la ciudad, puesto que llegaron mucho antes en el tiempo que las hermandes de penitencia. Estas advocaciones, recordó en su pregón, "tienen forjado un pasado tan brillante como desconocido".
La convocatoria del pregón de Gloria tuvo lugar en la iglesia del Juramento de San Rafael, templo hasta el que también acudió el obispo, Demetrio Fernández, y numerosos representantes de hermandades, tanto de Gloria como de Semana Santa, así como miembros de la corporación municipal. Antes de la exaltación, además, tuvo lugar la presentación del cartel de Gloria, obra del imaginero y escultor Miguel Arjona, que representa de forma abocetada a la Virgen de la Fuensanta.
En su pregón, Cabrera -pregonero de la Semana Santa en 1992- invitó al recuerdo de las antiguas romerías, con carrozas adornadas "con más ingenio que arte" y rememoró, para los de mayor edad, a la vespa de Emilio Santos El Mudo, "prodigio de fantasía popular renovada cada año". Las hermandades romeras, continuó, "serán las encargadas de abrir este periodo en que la Iglesia usa de sus mejores galas para conmemorar la razón de nuestra fe".
El periodista y hermano de la cofradía de la Virgen de los Dolores también hizo hincapié en el "orgullo mariano local" y las romerías, entre las que destacó a la Virgen de Linares, titular a la que "ahora le llega la coronación canónica". Tampoco se olvidó del santuario de Scala Coeli, desde el que salían en procesión "una imagen de vestir de San Álvaro, que acabó en el fondo de un pozo porque un fraile no la veía apropiada". En otro momento de su exaltación, Jesús Cabrera hizo referencia a la hermandad de Gloria de Villaviciosa: "la preferida en las rogativas, la que preside el altar mayor de la Catedral", junto a la Virgen del Tránsito. "Ella es el alivio en el ecuador de agosto", sostuvo.
En su pregón, el periodista también aludió a advocaciones de municipios como el de Lucena, en el caso de María Santísima de Araceli, y las definió como "delegaciones diplomáticas donde se guardan las formas y los ritos de otros lugares".
La Señora de San Cayetano, a la espera de su coronación canónica, fue otra de las titulares marianas que aparecieron en el pregón de Gloria que defendió Cabrera en la iglesia del Juramento de San Rafael, al igual que la devoción "a Fátima en Córdoba", que "ya no remite a las tierras de Leiria, sino que aquí, sobre las antiguas huertas de Miraflores, se ha conseguido que en tiempos modernos una advocación mariana sirva para identificar una parte de la ciudad".
Para Cabrera, las hermandades de Gloria son "diversas en el tiempo y en el espacio", las encargadas de mantener devociones que van "desde los más remotos siglos hasta los tiempos más recientes", las que procuran hacer patente la religiosidad popular a lo largo del calendario. Ellas, indicó, "sostienes fiestas y devociones que de otro modo se habrían perdido, guardan mejor que nadie la memoria de una ciudad que a la hora de hablar de hermandades sólo piensa en las de Semana Santa". En su empeño por recuperar el de estas hermandades, sostuvo que las devociones de Gloria, "desde las más elitistas hasta las más populares", fueron también las que "articularon realmente el territorio", por las que "vírgenes gloriosas recibieron el tratamiento de auténticas patronas de barrio".
El Día de Córdoba.
19:31
A. Martín
