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A. Martín
El agua deteriora prendas de la Virgen y obliga a la cofradía a buscar una nueva sede mientras reclama a la empresa pública EPSA que repare los daños sufridos.
La sede de la Hermandad del Cristo de la Piedad -más conocida como la de Las Palmeras por ser éste el barrio en el que se localiza- se ha inundado como consecuencia del desplome de parte del techo en algunas de sus habitaciones y la rotura de las tuberías del piso superior. Así lo informaron ayer a El Día las fuentes consultadas de la corporación al dar a conocer un suceso que ha deteriorado diversas prendas de la titular, María Santísima de Vida Dulzura y Esperanza Nuestra. La hermana mayor, Pilar Torrecilla, explicó a este respecto que ya han tratado de ponerse en contacto con la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), que es la titular de las viviendas, para que repare los daños causados en el inmueble. Pese a la insistencia de los cofrades de Las Palmeras, su dirigente declaró que "no ha habido ninguna respuesta por parte de la Junta de Andalucía, ni positiva ni negativa, simplemente no nos han respondido".
Entre las prendas de mayor valor que se han visto afectadas por la presencia del agua y la caída de los cascotes destaca una de las sayas de la Virgen, una prenda que suele emplearse habitualmente para los cultos y que incluso llegó a lucir en una estación de penitencia. Aunque se trata de una donación, Torrecilla apuntó que el precio que pagaron los benefactores fue de unos 3.000 euros. Junto a esta pieza del ajuar de la Virgen, en la misma zona del inmueble se encontraban también colgadas las túnicas de los nazarenos y el manto de la titular, si bien estos últimos no han sufrido daños demasiado graves.
Sólo la rápida actuación de los integrantes de la junta de gobierno de la hermandad ha evitado que el desastre fuera mayor, ya que el agua que cayó a la sede podría haber destrozado el patrimonio de una hermandad que tiene previsto llegar el año que viene por primera vez a la carrera oficial. Torrecilla destacó asimismo que en la vivienda también se encontraba las piezas de talla del paso, algunas de las cuales están ya doradas. "También temimos por el pan de oro, ya que es muy sensible al agua, pero parece ser que se ha salvado", concretó Torrecilla.
Pero los problemas no se quedan en el agua, los cascotes o el peligro de que otras de sus habitaciones puedan correr la misma suerte, sino en la presencia de ratas al inmueble. Este escenario ha llevado a la cofradía a buscar una sede provisional para "salvar" los enseres y las prendas -tanto las que forman parte del ajuar de la Virgen como los equipos de nazareno- que tenían guardadas en las habitaciones de este piso de Las Palmeras. Torrecilla concluyó que espera que EPSA "responda lo antes posible a lo que nos ha ocurrido para que todo vuelva pronto a la normalidad".
Fuente: El Día de Córdoba.
