EL CARMEN "POR ENTREGAS". (7ª PARTE).

Ante la proximidad de la Coronación de Nuestra Señora del Carmen, vamos a ir publicando una serie de artículos breves para ir conociendo mejor la rica historia de la Archicofradía del Carmen de San Cayetano, en sus más de cuatro siglos de devoción a la Madre del Escapulario. "Cuánto más se conoce, más se ama":

El Carmen, a finales del siglo XIX.

LA ARCHICOFRADÍA DEL CARMEN EN LA HISTORIA:

LA REINA ISABEL II Y LA ARCHICOFRADÍA DEL CARMEN

Ha llamado siempre la atención a los investigadores la presencia de gran parte de la nobleza cordobesa entre las filas de hermanos de la Virgen del Carmen.

Esta importancia tiene su origen posiblemente en la carta escrita por la Junta de Gobierno, pidiendo ayuda a la Reina Isabel II ante la situación económica de la Archicofradía, debido a los gastos que ocasionaba el mantenimiento de la Iglesia de San José, desde la exclaustración de los Frailes Descalzos en 1835.

Así aparece registrado, en el Libro de Cabildos del Carmen, las cantidades empleadas en la conservación de tejados, muros, etc. En ningún momento es la falta de hermanos o de devoción, sino que la causa hay que buscarla en las dificultades económicas para mantener la Iglesia y el Convento abandonado.

No conservamos la respuesta de la Reina Isabel II, pero el dato más importante es que a partir de ese año ingresan cómo hermanos todos los miembros de la nobleza que tienen casa en la ciudad de Córdoba. La citada carta escrita a S. M. Isabel II por el Hermano Mayor Rafael de Flores y Urbano, dice así:

"Señora: Nada soy …; nada valgo, y pretendo cosas grandes: La fe me inspira, la esperanza me alienta, y la caridad inflama mi alma; pero … necesito protección. ¿Y quién podría dispensármela mejor que V. M. siempre magnánima? A ella acudo, y suplico se digne concederme una limosna para la Cofradía de Ntra. Sra. del Carmen, establecida en el suprimido Convento de San Cayetano de Córdoba, de que soy indigno Hno. Mayor. Dios guarde muchos años a V. M. y excelsos hijos. - Córdoba, 8 de Marzo de 1877 - Señora - A los R. P. de V. M. - Rafael de Florez y Urbano - A la Exreina de España Isabel II".

Esta carta se copia en el acta de la Junta del 27 de Enero de 1878.

Es conocida la devoción que la Reina Isabel II muestra hacia el Carmen, cómo consta en el regalo de diversos hábitos y mantos, bordados en los reales tallares madrileños, a las imágenes del Carmen de Baeza, Caravaca o Murcia. Pensamos que no abandonaría la súplica hacia ella desde el Carmelo de Córdoba, que inicia uno de los momentos de esplendor en su rica historia.

También se pide una ayuda de ocho mil reales al Ayuntamiento de la ciudad para la conservación de la Iglesia conventual, donde las numerosas obras iban asfixiando la pobre economía de la Archicofradía del Carmen de Córdoba.

Pero no todo son penas, el Carmen de San Cayetano recibe, en testamento de Josefa Díaz y Díaz, la imagen de un Niño Jesús para que se ponga en su Camarín para que reciba culto, y así se hace ante el notario Federico Barroso.