EL CARMEN "POR ENTREGAS". (3ª PARTE).

Ante la proximidad de la Coronación de Nuestra Señora del Carmen, vamos a ir publicando una serie de artículos breves para ir conociendo mejor la rica historia de la Archicofradía del Carmen de San Cayetano, en sus más de cuatro siglos de devoción a la Madre del Escapulario. "Cuánto más se conoce, más se ama":

LA ARCHICOFRADÍA DEL CARMEN EN LA HISTORIA:

RAMÍREZ DE ARELLANO, MIEMBRO DE LA JUNTA DE GOBIERNO

En el Cabildo General de la Archicofradía del Carmen, con fecha de 1 de Enero de 1860, que tiene lugar en la Parroquia de Santa Marina, asiste Teodomiro Ramírez de Arellano cómo Seise. Cómo Hermano Mayor es elegido de nuevo Juan de la Cruz Calzadilla, y cómo Seise continúa Ramírez de Arellano.

El Hermano Mayor es reelegido en el siguiente Cabildo de 1866, continuando Ramírez de Arellano cómo Seise o el Canónigo de la Catedral Rafael de Sierra y Ramírez, así cómo Camarero de la Virgen continúa el Marqués de Benamejí. Los Cabildos continúan hasta el año 1874 con asuntos económicos, cómo las asignaciones a los Capellanes o la hechura de una campana para la torre.

Entre los miembros destacados de la Archicofradía se halla el Historiador cordobés Teodomiro Ramírez de Arellano (1828-1909), Autor de la obra esencial para el conocimiento de la ciudad, "Paseos por Córdoba", publicada en 1873.

Pertenece Teodomiro Ramírez de Arellano a la Junta de Gobierno en calidad de "Seise", durante la década de 1860-1870, tal cómo se refleja en el libro de Cabildos de la Archicofradía del Carmen, de San Cayetano, de Córdoba.

Su pertenencia a la Archicofradía se palpa en el inicio de la descripción de la Iglesia de San Cayetano: "Ya es tiempo de penetrar en la Iglesia del suprimido Convento de San José, de Carmelitas Descalzos, abierta al culto gracias a una numerosa cofradía de Nuestra Señora del Carmen, que en ella se venera".

En el mismo comentario a cada una de las Capillas del templo de San Cayetano desamortizado, se detiene en la Capilla del Carmen, comentando que la Venerada Imagen está detrás de una reja de madera, en una capilla pequeña que no está acorde con la gran devoción que tiene en el pueblo cordobés.