El costal en forma de L, con sacos de colores y hasta de café de Brasil, son algunas de las novedades que lucirán los costaleros, los clientes más frecuentes de los comercios dedicados a la Semana Santa.
En la calle San Pablo, casi a la altura de la plaza de San Andrés, hay una tienda donde puede hallarse todo lo relacionado con el mundo de las cofradías. En "La Clámide Púrpura" hay costales de varios estilos y colores, incienso a granel, hecho con una receta propia, pebeteros y paquetes de carbón para quemarlo, llaveros, hábitos nazarenos, ropa serigrafiada y personalizada, imaginería, orfebrería, música y vídeos. Lo necesario para montar una procesión "a falta de las flores", apunta el dueño del negocio, José Manuel Guzmán.
Al entrar a este establecimiento se percibe rápido que las modas en este capítulo son cambiantes. Así, en la zona dedicada a los costaleros (Los clientes que acuden con mayor frecuencia a la tienda) hay modelos de costal muy diferentes a los de años anteriores. Guzmán destaca que ahora se lleva el costal en L, una variedad que queda rematada por el material de saco en las tres cuartas partes, dejando una sola para la tela. También los colores han sufrido variaciones, a otros años. Los clientes demandan más los sacos para costal de colores (Salmón, verde y burdeos, entre otros tonos) y hasta de saco de café de Brasil, en lugar de la arpillera, la de siempre.
Poco ha variado la moda en el calzado, que se reparte casi por igual entre botines, alpargatas y bambas, pero sí, en los elementos con los que se suele acompañar. "Cada vez hay un mayor número de costaleros que utilizan cordones y calcetines con los colores de la bandera de España", precisa el dueño del comercio. Sin salir de este sector de la tienda, su propietario repasa las sudaderas, cada año con más bordados de escudos y nombres de las cofradías, y las morcillas para realizar el costal, usadas más las de 30x32 cm.
Sin embargo, modas aparte, el producto estrella de esta tienda es el incienso, hecho por ellos, con aroma de vainilla, y combinando recetas. En "La Clámide Púrpura" estiman que en este primer cuatrimestre del año se venderán alrededor de un centenar de kilos de su incienso. Este producto no va a parar sólo a hogares y cofradías de la capital, sino que también tiene cómo destino la Catedral, algunos municipios de la provincia, otras localidades de Andalucía y hasta ciudades del resto de España, cómo Santander o Madrid.
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