Jóvenes, ancianos, presos y enfermos se rinden ante la Cruz de la Juventud.
La Cruz de la Juventud empezó ayer a circular por las calles de Córdoba desde bien temprano. En compañía de alumnos de una veintena de colegios religiosos de la ciudad, hizo paradas en la parroquia de San Nicolás, La Trinidad, La Compañía y San Pedro para culminar la jornada matinal en la Catedral. A lo largo del recorrido, los jóvenes hicieron gala de la espontaneidad y alegría que les caracteriza y lo hicieron con la ayuda de un joven voluntario que, megáfono en mano, asumió el papel de speaker de la procesión. Entregado a su labor de animación de los presentes, no dejó ni un momento de canturrear todo tipo de melodías. "Lo dice el Papa, lo dicen los obispos, la juventud es lo mejor que tiene Cristo" fue lo más solemne que cantó. De ahí saltó a otras letrillas como: "El caballo camina palante, el caballo camina patrás" o "izquierda, derecha, left, right", con las que consiguió contagiar movimiento a los chicos y chicas encargados de agitar las banderas blancas y rojas simbólicas de la Jornada Mundial de la Juventud. Tanto fue su entusiasmo y tal la potencia de voz que derrochó que cuando la Cruz llegó a la Corredera muchos de los usuarios del mercado se concentraron a la puerta para comprobar qué era lo que estaba pasando en la calle.
Después de visitar el colegio de La Piedad, la Cruz se trasladó a la parroquia de San Pedro para concluir el recorrido haciendo entrada al mediodía en el Patio de los Naranjos por la Puerta del Perdón, donde la esperaba el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y multitud de escolares, al tiempo que tañían fuertemente las campanas. En un altar preparado al efecto, el Obispo se dirigió a los chavales para pedirles su participación en la JMJ, que tendrá lugar en Madrid el próximo mes de Agosto. "Os espero a todos en Madrid, pero antes hay que aprobar el curso porque si no aprobáis no vais a poder pedir que os paguen el viaje", les dijo, para añadir después una invitación a las familias a acoger a jóvenes de otros países. "Entre 6.000 y 8.000 jóvenes de todo el mundo van a venir a Córdoba antes de viajar a Madrid y debemos recibirles con hospitalidad porque el buen cristiano debe atender al que llega como si se tratara del mismo Cristo". El ambiente festivo y alocado de los jóvenes se mezcló durante todo el día con la devoción y adoración de los mayores, que protagonizaron un momento muy emotivo en el Convento de los Dolores. La Cruz también tuvo la oportunidad de ser tocada por los internos de la prisión de Córdoba y por enfermos y familiares en el hospital Reina Sofía y por los responsables de la Casa San Pablo de Cáritas donde la Cruz fue recibida por la tarde antes de su traslado a las Salesas, donde pasó la noche.
Araceli R. Arjona.
Fuente: Diario Córdoba. (ENLACE).
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