AMIGO VALLEJO, EN SANTA MARINA.

El Cardenal Arzobispo Emérito de Sevilla presidió ayer la Fiesta de Regla de la hermandad del Resucitado.

La popular hermandad de Nuestro Señor Resucitado y la Virgen de la Alegría, con sede canónica en la parroquia de Santa Marina, vivió ayer una jornada atípica dentro de su calendario de cultos.

Un hecho propiciado por lo bajo en el calendario que este año ha llegado la Semana Santa, fecha que ha ido marcando todas las actividades de la cofradía. De este modo, el tradicional Triduo que la cofradía de Santa Marina dedica a su titular, la semana posterior al Domingo de Resurrección, este año excepcionalmente se ha trasladado a la quinta semana de Pascua.

Una celebración que contó ayer con un invitado de excepción, el Cardenal Arzobispo Emérito de Sevilla fray Carlos Amigo Vallejo, quien meses atrás aceptó la invitación de la cofradía cordobesa para presidir la Fiesta de Regla.

Ni el calor, ni la Feria, ni la jornada electoral restó protagonismo al acto del Resucitado, así la parroquia de Santa Marina se encontraba repleta de fieles que seguían con atención la solemne Eucaristía.

Pasada media hora de las doce del mediodia, las voces del coro de la parroquia de Santa Marina entonaban el clásico "Resucitó, resucitó.." que sirvió de acompañamiento a la procesión claustral presidida por el purpurado sevillano, cuya presencia no pasó desapercibida a los fieles, que seguían de cerca cada gesto del carismático religioso.

En el altar mayor lucían los titulares de la hermandad del Resucitado en un efímero altar presidido por el estandarte de la cofradía, que portaba un crespón negro en recuerdo al que fuera párroco de Santa Marina, Rafael Flores. Algo más abajo lucía el Señor Resucitado, situándose a su lado la Virgen de la Alegría y el Ángel de la Resurrección.

Al término de la Eucaristía se llevó a cabo la imposición del escudo de oro de la corporación a los hermanos Carlos Linares, Párroco de Santa Marina, Eduardo Heredia, Vestidor de la Virgen de la Alegría, Antonio Ortega y a la Virgen del Carmen con motivo de su Coronación Canónica.

La celebración continuó en Santa Marina, donde la imagen del Señor Resucitado permaneció, durante todo el día, en piadoso Besapiés.

Francisco Mellado.

Fuente: Diario Córdoba. (ENLACE).