La banda militar no tocó el himno nacional a la salida de la Catedral.Las cofradías llenan una vez más de esplendor la procesión.
El obispo de la diócesis pidió ayer en la eucaristía celebrada en la Santa Iglesia Catedral con motivo de la festividad del Corpus Christi que esta fiesta vuelva al jueves. Demetrio Fernández señaló contundente que es su propósito "trabajar en que la festividad vuelva a su tradicional día", como ocurre en las diócesis de Toledo, Granada o Sevilla.
En lo que respecta a la procesión del Santísimo Sacramento por las calles de la ciudad, la novedad se encontraba en el acompañamiento militar. Como era de suponer la banda de cornetas y tambores de la Brigada de Cerro Muriano, siguiendo el Reglamento de Honores Militares del Ministerio de Defensa aprobado recientemente por el Gobierno, no tocó el himno nacional a la salida del Santísimo de la Catedral. Este fue interpretado por la banda de música María Santísima de la Esperanza, contratada por el Cabildo Catedral para abrir el cortejo eucarístico. Un himno que volvió a sonar cuando tras la alocución del obispo en la plaza de las Tendillas el Santísimo Sacramento fue expuesto de nuevo el el viril de la custodia de Arfe para comenzar la procesión de regreso. En esta ocasión los primeros sones se fundieron con un caluroso aplauso de los numeras personas que en este lugar seguían el acto.
Momentos antes, Demetrio Fernández recordó que en la festividad del Corpus se celebra el día de la Caridad, "el día de recordar a los más necesitados". Asimismo el obispo agradeció la presencia a las autoridades civiles y eclesiásticas, así como la del ejército destacando su presencia en la procesión eucarística.
Por lo demás la procesión volvió a resultar un tanto anodina quedando un año más salvada por la presencia de las cofradías que volvieron a jalonar las calles de efímeros altares, dándole la pomposidad y el barroquismo que necesita este tipo de celebración.
De este modo, estuvieron presentes la hermandad de Animas, con un soberbio altar en las puertas de la iglesia de Santa Victoria. Muy cerca, se pudo ver el de la hermandad del Santo Sepulcro en la iglesia de la Compañía. Misericordia, Expiración, Amor, Universitaria, Nazareno, Merced o Archicofradía del Carmen de San Cayetano volvieron a mostrar su esfuerzo y dedicación para realzar la procesión.
Como novedad este año se ha unido el altar instalado en la calle Deanes por las cofradías y parroquia de la Trinidad, un exquisito montaje que contó con el coro de niños del colegio de la Trinidad que entonaron diversos cantos.
Siguiendo con el apartado de los altares hay que destacar la procesión de la Virgen de la Alegría, cotitular de la hermandad de la Sentencia, que llegó al altar situado por esta cofradía en la calle Blanco Belmonte acompañada de la banda de música de la Esperanza. Fue entonces cuando empezaron a cobrar cuerpo unas calles hasta entonces despobladas, quizás por el sofocante calor que a las siete de la tarde hacía en la ciudad.
Diario Córdoba.
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