-PABLO GARCÍA BAENA RECREA LA DEVOCIÓN A LOS DOLORES EN EL SIGLO XVIII.

Destaca que esta advocación está ligada al recuerdo de la niñez y a las madres. La iglesia de San Jacinto revivió anoche cómo era el ambiente que envolvía la devoción a la Virgen de los Dolores en el siglo XVIII, momento en que se fundó la hermandad servita que le rinde culto. Con motivo del inicio del septenario a esta dolorosa, el poeta Pablo García Baena realizó una una salutación a esta imagen en la que hizo un recorrido a través de los personajes, los objetos y los sentimientos que conformaron los primeros tiempos de esta cofradía a la que pertenece. García Baena subió al atril "con el desigual sentimiento de la emoción y el pesar; emoción por la cercanía de su mirada enjoyada de lágrimas, y pesar, de todo corazón, por no estar a la altura de la celebración con mis palabras, ya que en anteriores ocasiones dije, lo mejor que supe, todo sobre Nuestra Señora". A partir de este momento, el poeta describió los primeros instantes de la hermandad, cuando el general de la orden de los Siervos de María, Juan Francisco María Poggi firmaba en Roma el decreto que autorizaba la erección de la venerable congregación servita y junto a su rúbrica ponía su lugar de nacimiento: florentino. Esta circunstancia le hizo preguntarse: "¿Sabemos nosotros, cordobeses, estar a la altura de nuestra ciudad, tantas veces nombrada como Patrimonio de la Humanidad y ciudad de destino, y llevar ese blasónde cordobés con la misma santa arrogancia que el bendito fraile? Temo que todo se quede en el perol y en el pasodoble ése". Uno de los personajes del momento en que se detuvo García Baena fue el beato Francisco de Posadas, un dominico que intervino en la fundación de la hermandad y en el traslado de ésta y del Hospital de San Jacinto a la plaza de Capuchinos. Describió la presencia de este fraile en los lienzos que aún se conservan en la casa, como el que hay en la iglesia, donde aparece rodeado de religiosos y de monjas "vestidas éstas del hábito y escapulario de los siete puñales" hasta que "fray Albino, que chocó con el especial matiz cordobés, con la diferencia, decimos ahora, les impuso el hábito Dior, tan distinto del que entregara Nuestra Señora en el monte Senario". Destacó también García Baena el hecho "admirable y a la vez curioso" que los escritores locales que han tratado, "aun cuando fuera en la brevedad de un artículo", de la casa, hospital, iglesia o imagen de la Virgen de los Dolores "generalmente acuden al recuerdo de la niñez y de la madre, ésta como iniciadora, podríamos decir, en la devoción o al menos en el despertar de una atención que a veces no pasa del fulgor de las velas o del ingenuo asombro ante el alto dolor incontenible". El poeta, como uno más en esta nómina de escritores, desgranó su experiencia infantil: "También mi madre me aupaba de niño hasta el enrejado ventanillo, abierto en los cuarterones de la puerta que entonces separaba la iglesia del vestíbulo del hospital", un recinto que describió como la "antesala donde los exvotos y las tablas con las indulgencias papales se unían en privilegios y agradecimientos". El poeta recordó que "miraba el niño la oscuridad del templo y el rompimiento luminoso de su camarín azul donde estaba, tan arriba y de luto, como alguien más de la familia, la Virgen de los Dolores". Esta salutación terminó con la lectura de la Letanía de la ciudad de Córdoba a Nuestra Señora de los Dolores, un poema que García Baena escribió con motivo de las bodas de plata de la coronación canónica de la imagen. Previamente, se presentó el cartel Viernes de Dolores 2010, que consiste en una fotografía de Valentín Moyano. procesión. El barrio de Cañero vivió anoche la salida por primera vez en solemne Vía Crucis del crucificado que preside una de las capillas la parroquia de San Vicente Ferrer. El Vía Crucis, organizado por el grupo parroquial, contó con la participación de un alto número de vecinos, quienes acompañaron a la imagen durante el rezo de las estaciones y participaron en este acto tan solemne y que por primera recorrió las calles de la barriada. Antes del acto piadoso, se celebró una eucaristía preparatoria del culto; tras la misa, la imagen recorrió durante algo más de dos horas numerosas calles de Cañero y también de Fidiana. Numerosos vecinos mostraron su deseo de que este primer Vía Crucis sea el comienzo de un mayor ambiente cofrade en el barrio de Cañero. / EL DÍA estreno. La Hermandad del Santo Sepulcro estrenará mañana, durante el transcurso del Vía Crucis, el trío de capilla para fagot, clarinete y oboe In Golgotha locum, obra del compositor montoreño José Ramón Rico Muñoz, dedicado a Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro. La obra describe las escenas del Descendimiento y se estructura en tres saetillas: Scala, Sudarium y Sepulcrum. La pieza se halla en el tono de do, aunque cada saetilla se desarrolla en un modo diferente, otorgándole más o menos claridad según la ubicación de cada escena en el espacio. / EL DÍA en el gran teatro. El abogado Antonio Javier Guillaume pronuncia esta noche el pregón de Semana Santa, en un acto que será el primero que presida el obispo, Demetrio Fernández. Guillaume ya ha asegurado que durante la exaltación llevará consigo, aparte de a sus familiares, a la comunidad salesiana y también a los titulares de las cofradías a las que pertenece, la Caridad y la Oración en el Huerto. / EL DÍA cuaresma. La Asociación Cultural Cruz de Rastro, de la que forman parte un gran número de cofrades de la capital cordobesa, celebra el próximo lunes, a partir de las 22:00, en el salón de actos de la parroquia Beato Álvaro de Córdoba, el acto Cantares de Pasión. Este evento, que cuenta con la colaboración de la Escuela de Saetas de Córdoba, estará dirigido por Francisco Castellón. / EL DÍA El Día de Córdoba.

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