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A. Martín
EDAD 56 AÑOS. TRAYECTORIA DOCTOR EN BELLAS ARTES EN 1987. PROFESOR EN SEVILLA DESDE 1988. EXPERTO EN SINDONOLOGIA DESDE EL 2001. --Todavía estoy conmocionado por su obra. --Eso es lo que se pretendía. El trasfondo que hay detrás de la Sábana Santa lo produce. Mejor dicho: no queríamos buscar esa reacción, es que se produce como consecuencia de comprender lo que se deriva del estudio del crucificado reflejado en la Síndone, y que nosotros, el Grupo de Investigación de la Sábana Santa, mantenemos que es Jesús. Se ha procurado desarrollar una metodología que lógicamente provoca una objetividad, una realidad. Yo digo que he sido el escultor, pero detrás de mí está un compendio de conocimiento, no solo de religión. Cuando hay tanta teoría sobre una sola cosa, es seguro que aún no hemos comprendido del todo el objeto. Bajo él subyace un enigma. Y la Sábana Santa es el objeto (no solo la reliquia) más estudiado de la historia. --El debate sobre la estética de su obra se ha disparado. --Se ha querido provocar preguntas. Todo lo que rodea a la figura de Cristo es conmoción, de alguna manera crea una discusión. Eso siempre pasará. --Dicen que los artistas, como las madres, tienen síndrome postparto con sus obras. Usted ha dicho que no quiere repetir un cristo sindónico. --Sí, porque esta escultura responde a unas circunstancias irrepetibles. Yo tampoco quiero establecer un modelo de referencia para todas las imágenes. Una de las cosas más importantes que debe de tener un artista es un ansia continua de un comportamiento original. Y si empezamos a hacer siempre lo mismo, un comportamiento previsible, nos terminaremos copiando a nosotros mismos. Eso no tiene mérito. --¿Le preocupa cómo responderá la gente a su obra? --No. En absoluto. Nosotros no hemos hecho el cristo pensando en lo que dirá la gente o buscando la unanimidad. Es el resultado de un trabajo serio de mucha gente. Y ni mucho menos se ha buscado el protagonismo. Diario Córdoba.
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