-DESDE LAS UÑAS AL PELO.

DETALLE AL MILIMETRO DE LAS PAUTAS DEL CADAVER DEL CRUCIFICADO QUE QUEDO IMPRESO EN LA SABANA SANTA. ASPECTO GENERAL: La piel presenta el aspecto exacto de una persona muerta hace una hora. El vientre, con la crucifixión, se hincha. MANOS Y BRAZOS: Brazo derecho dislocado al apoyarse el crucificado en él, durante el proceso de asfixia, en busca de bocanadas de aire. El pulgar de las manos está hacia dentro de la palma. Ocurre como reacción de un nervio cuando un objeto atraviesa la muñeca. SANGRE: Hay de dos tipos en la talla, la previa a la muerte y la que sale postmorten. También se ha reflejado el plasma de la herida del costado. Lo han supervisado hematólogos. RODILLAS: La piel está desollada por las caídas y la tortura. Hay granos de tierra incrustados en la carne. El material se trajo desde Jerusalén. HERIDAS: Reflejan la huella que dejan los latigos romanos de castigo, con bolas de metal astilladas en la punta para rasgar la carne. No hay zonas vitales con latigazos, ya que los verdugos romanos preservaban estas áreas para que el reo no muriera en la tortura. ROSTRO: El lado derecho está hinchado y amoratado tras la rotura del pómulo. La corona de espinas es de la misma especie vegetal palestina que los botánicos señalan. CIANOSIS: La lengua y los dedos del pie presentan un tono azulado, propios del fallo circulatorio. CARTEL: Bajo la frase en hebreo, la traducción en griego y latín está escrita de derecha a izquierda, error habitual de aquella época en esa zona. Tiene faltas de ortografías a propósito. Diario Córdoba.

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