Sin apenas iluminación artificial, con las luces de la mañana, se han abierto las puertas de San Cayetano para el solemne Besamanos a la Reina y Hermosura del Carmen Coronada. A Ella podemos aplicar un versículo del Apocalipsis: "Una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, coronada con doce estrellas".
Ante un gran dosel en terciopelo azul marino, recordando su condición concepcionista de la Orden Carmelitana que siempre la defendió, fueron madrugadores los devotos y fotógrafos que se acercaron para besar su mano y pedir su protección, habiendo niños que se impusieron el Escapulario ante Ella.
Engalanada con sus mejores joyas, presentando algunos estrenos, cómo la Obediencia regalada por el Grupo Joven, o una pareja de floreros isabelinos, se presentaba la Emperatriz Cordobesa con toda su Realeza. Así la vemos por su Vestidor D. Manuel Jiménez, que cada día la muestra más esplendorosa.
El exorno floral, a cargo de D. Rafael Barón, a base de rosas blancas, realzaba aún más la pureza de la Madre del Escapulario. En este reportaje de José Miguel Varona pueden verla desde el Coro Alto del templo de San Cayetano.
Ante un gran dosel en terciopelo azul marino, recordando su condición concepcionista de la Orden Carmelitana que siempre la defendió, fueron madrugadores los devotos y fotógrafos que se acercaron para besar su mano y pedir su protección, habiendo niños que se impusieron el Escapulario ante Ella.
Engalanada con sus mejores joyas, presentando algunos estrenos, cómo la Obediencia regalada por el Grupo Joven, o una pareja de floreros isabelinos, se presentaba la Emperatriz Cordobesa con toda su Realeza. Así la vemos por su Vestidor D. Manuel Jiménez, que cada día la muestra más esplendorosa.
El exorno floral, a cargo de D. Rafael Barón, a base de rosas blancas, realzaba aún más la pureza de la Madre del Escapulario. En este reportaje de José Miguel Varona pueden verla desde el Coro Alto del templo de San Cayetano.
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