Ante la proximidad de la Coronación de Nuestra Señora del Carmen, vamos a ir publicando una serie de artículos breves para ir conociendo mejor la rica historia de la Archicofradía del Carmen de San Cayetano, en sus más de cuatro siglos de devoción a la Madre del Escapulario. "Cuánto más se conoce, más se ama":
El Carmen bajando la Cuesta de San Cayetano, en los años 40. |
LA ARCHICOFRADÍA DEL CARMEN EN LA HISTORIA:
TRAYECTORIA DEL CARMEN A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX:
VELADAS Y BANDAS DE MÚSICA
Podemos saber el ritmo de la Archicofradía del Carmen desde principios de siglo a través de los libros de ingresos y gastos. Es Hermano Mayor Pedro Zapatero, el cual renueva los estatutos en 1917, que son los más antiguos hasta los actuales de 1997. Los gastos de 1917 reflejan el peso de la Novena, las Misas de Difuntos y el montaje para, después, llevar los pasos de la Stma. Virgen del Carmen y Santa Teresa, así cómo la música de la Banda Municipal.
Los años siguientes, la economía es favorable gracias a la tómbola y rifa de un ternero, que organiza el Carmen de Córdoba, y las procesiones muy lucidas. Se anotan los gastos "a los mozos que han llevado en la procesión a la Virgen", o el cheque que se envía a Fray Albino González Raigada por los sermones, o el recibo a Rafael de la Torre, Músico Mayor de la Banda Municipal.
La Banda Municipal sigue tocando en el año 1920 y también la del Regimiento de la Reina, ambas participan en la Procesión de cada 16 de Julio. Además, la Banda Municipal toca en la Velada del Carmen que se celebra los días siguientes a la Fiesta del Carmen, uno corre a cargo de la Archicofradía y el otro del Ayuntamiento. Ricardo de Montis da cuenta de los días de Velada.
El Carmen no escatima en gastos, se anota el importe de los sermones y la pensión del predicador en el Hotel Suizo en 1921. La Novena es de las más célebres en la ciudad, se celebra una por la mañana y otra por la tarde, ambas repletas de fieles, con sillas que ocupan parte de la cuesta, ya que el interior está lleno desde que se abre el templo. Aparecen gastos cómo los cohetes "trueno" para la salida de la Virgen en 1921. Es Hno. Mayor Rafael Jiménez.
El Obispado firma las cuentas y da su beneplácito al buen funcionamiento de la Archicofradía del Carmen de Córdoba. Goza de un gran prestigio en la ciudad, prueba de ello es la presencia del Ayuntamiento en la Fiesta y Procesión.
Los gastos se acrecientan en la iluminación eléctrica y las jarras del paso de la Virgen. Aparece José Cabello cómo capataz del paso de la Virgen y el P. Esteban de San José cómo predicador. En 1923 sigue acompañando la Banda Municipal, pero es Manuel Montero el responsable de llevar el paso de la Virgen en la Procesión en la que se estrenan fuegos artificiales. La fuente de ingresos sigue siendo la velada, los sorteos y rifas y, además, las cuotas de hermanos.
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