A lo largo de su reflexión, abordó los problemas sociales actuales.
El joven cofrade de la Hermandad del Stmo. Cristo de Gracia y de la Hdad. del Amor, Álvaro Espejo León, fue anoche el encargado de poner voz a la juventud cofrade de la capital cordobesa, en el tradicional y anual Pregón.
El Pregonero, tras tomar el atril, fue desgranando un elaborado texto en el que combinó prosa y poesía, todo ello con el hilo conductor de un paseo por barrios cordobeses en el que, a través de visitas a los titulares de las cofradías, reflexionaba sobre su persona, el significado del sentir cofrade y, más allá incluso, de problemas de la sociedad actual, que Espejo abordó con valentía.
Así, y sin perder frescura y calidad literaria, el joven cofrade Álvaro Espejo León trató, en su narración, cuestiones cómo la interrupción del embarazo, la soledad de los mayores en la sociedad actual, el maltrato o la necesidad de la obra social en la actualidad, por parte de las cofradías y demás instituciones.
Particularmente emotivo, fue el recuerdo que dedicó a su abuelo, recientemente fallecido, y del que se confesó tributario, mientras que la voz casi se le llegaba a quebrar. De hecho, Álvaro Espejo León defendió la importancia del entorno familiar, cómo forma de conocer, cultivar y crecer en el sentir cofrade.
El acto, organizado por la Agrupación de Cofradías de Córdoba, se celebró en el Salón Liceo del Real Círculo de la Amistad y contó con la asistencia del Presidente de la Agrupación, Juan Bautista Villalba, así cómo de una nutrida asistencia de jóvenes de los distintos grupos de las cofradías cordobesas. También estuvo entre los asistentes, Enrique León, en su doble condición de familiar del protagonista de la noche y Pregonero de la Semana Santa 2012.
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