CÓRDOBA VIVE LA PROCESIÓN DEL CORPUS MÁS TARDÍA EN UNA CALUROSA MAÑANA.

Las altas temperaturas registradas durante el día de ayer marcaron la tradicional comitiva Eucarística. Un año más, las cofradías cordobesas rindieron homenaje levantando altares en el itinerario.

Córdoba celebró ayer la festividad del Corpus Christi más tardía que recuerdan muchos. El hecho de que esta festividad del calendario católico se celebre este año en la fecha más tardía desde 1943 ha propiciado que la procesión haya realizado su recorrido por las principales calles de la ciudad bajo un sol de justicia y a más de treinta grados a la sombra, una temperatura que alcanzó los 35 grados cuando la comitiva procesional había retornado a la Catedral cerca del mediodía.

A primeras horas de la mañana cientos de fieles se dieron cita en la Catedral. La celebración Eucarística estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, concelebrada por el Cabildo Catedral y el Clero Diocesano.

Durante la homilía, el prelado recordó a los fieles que "no tenemos que ocultar nuestra identidad cristiana y católica, sino todo lo contrario para poder construir un mundo mejor". Finalmente, invitó a los asistentes a acercarse al Sacramento de la Penitencia para poder recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. "El ha venido para dárnoslo todo", concluyó.

Minutos después se iniciaba la procesión Eucarística, con un largo cortejo a veces muy desordenado y con largos parones. Fue un Corpus que pilló de sorpresa. A primeras horas de la mañana apenas había ambiente por las calles, si bien, una vez finalizada la Misa y a pesar del calor, éstas fueron, poco a poco, cobrando vida.

El cortejo estuvo formado por los niños de primera comunión, las cofradías, la Adoración Nocturna, seminaristas y el Clero Diocesano. Cerrando la comitiva, el paso de la Custodia estaba adornado con rosas blancas y flores de magnolio. Entre las autoridades se pudo ver una amplia representación municipal, encabezada por el alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto.

Como cada año no faltó el romero en las calles que alfombraron el recorrido de la procesión, así como los altares que levantaron diversas cofradías. Unos altares que han destacado por sus originales puestas en escena. Junto a los clásicos, como el del Sepulcro y el de Animas, destacó el instalado por las hermandades de la Trinidad, presidido por la Divina Pastora, que recibe culto en este Templo. Así como el del Carmen de San Cayetano, que volvió a recuperar el esplendor de otros años.

A un paso más rápido del habitual, la comitiva llegó hasta la plaza de las Tendillas. Una vez allí, en el altar instalado por el Cabildo Catedral, el Obispo dirigió unas breves palabras a todos los fieles que, pese a que el termómetro sobrepasaba los 30 grados, se habían congregado en la céntrica plaza. Una temperatura que ocasionó algún que otro desmayo.

El prelado recordó a los asistentes que en este día la Iglesia conmemora el día de la Caridad, por lo que pidió "que tengamos siempre presente la caridad cristiana y a todos aquellos que están necesitados".

Tras la Bendición con el Santísimo, la comitiva retomó la procesión por la calle Jesús y María para llegar a la Catedral cerca de las doce del mediodía.

Francisco Mellado.

Fuente: Diario Córdoba. (ENLACE).