Cientos de fieles acompañan a la Virgen del Socorro en su paseo por San Pedro hasta la plaza de La Corredera, donde un coro la recibe con una salve rociera.
El tintineo de las campanillas y el olor de los nardos impregnaron ayer las calles de San Pedro. El barrio se vuelca cada último domingo de septiembre con la señora del Socorro, y ayer no fue una excepción. Los mantones en los balcones y los carteles de la Coronación Canónica de la Virgen en las viviendas fueron los signos visibles del fervor que llena cada rincón del vecindario. A las 19:00, la procesión partió puntual de la basílica de San Pedro al son de la música de la banda de la Esperanza y arropada por varios centenares de fieles que no quisieron perderse el momento.
Familias completas, pandillas de amigos y vecinos de toda la vida acompañaron a la alcaldesa perpetua de la ciudad en los primeros momentos del recorrido bajo el cielo limpio del atardecer. Hacía ya varios años que la lluvia amenazaba con enturbiar el recorrido las horas previas al desfile, y ayer fue una excepción. Así que el público respondió para poner el punto y final a una jornada otoñal de tintes primaverales.
Dos sonoros cohetazos abrieron el cortejo. La imagen puso rumbo a La Corredera, donde tradicionalmente un espectáculo de fuegos artificiales festeja la llegada de la señora del Socorro. No obstante, los malos momentos económicos que atraviesa la hermandad debido a las obras de restauración de la ermita -en peligro de derrumbe- obligaron a suspender por segundo año consecutivo los saludos pirotécnicos, aunque no por ello el desfile fue menos emotivo. En el Arco Bajo, la imagen fue recibida por un coro, que le dedicó una salve rociera. Unos pasos más adelante, ante la ermita en rehabilitación, la titular volvió a detenerse "para saludar a su casa", tal y como lo relató el secretario de la hermandad del Socorro, Pedro Serrano.
El desfile estuvo cargado de nuevos detalles, como los cuatro ciriales dorados y los cuatro palermos de los fiscales de posición con los que el paso se ha enriquecido este año. También lucieron novedades el hábito de la Virgen, adornado con un galón dorado y con una toca sobre el manto que la figura lució el día de su Coronación Canónica. El niño Jesús, mecido entre racimos de uvas, también estrenó un cordón dorado.
La procesión de la imagen por las calles de San Pedro pone punto y final al mes socorrero por excelencia. Prueba de ello fue la ofrenda de alimentos que se celebró hace unas semanas y que desde hace numerosos años la hermandad celebra para colaborar con las comunidades religiosas y colectivos de carácter benéfico. También hace unos días, y tras la ofrenda, tuvo lugar el tradicional paso por el manto de la Virgen del Socorro, un acto con el que los devotos piden protección a la titular.
Fuente: El Día de Córdoba.
lunes, 27 de septiembre de 2010
-FERVOR DE OTOÑO EN LA CORREDERA.
7:10
A. Martín
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