Se dieron a besar las reliquias del santo a los numerosos fieles. La parroquia de San Lorenzo celebró ayer, martes 10 de agosto, la fiesta de su titular, precedida por un triduo solemne que culminó con la Eucaristía, presida por el párroco Antonio Gil y concelebrada por varios sacerdotes. En la homilía, Antonio Gil destacó las tres grandes virtudes o destellos de San Lorenzo: su amor a la Iglesia, a la que se entregó y sirvió como diácono, en el pontificado de Sixto II; su amor y su dedicación a los pobres; y su testimonio de fe hasta el martirio. "San Lorenzo es hoy para todos nosotros, una figura clarividente y un cristiano audaz que supo plantar cara a sus perseguidores, mostrándoles los verdaderos tesoros de la Iglesia con la presencia de los pobres e indigentes, gesto que le valió la condena a morir abrasado por el fuego". Asimismo, subrayó que "la crisis principal de nuestro tiempo es una crisis de santos, una crisis de valores humanos y cristianos e incluso de una etica de mínimos, que nos despeña por otras crisis mucho más graves y dramáticas como la económica y la moral". Al final de la misa se dieron a besar las reliquias de San Lorenzo a los numerosos fieles que llenaban el majestuoso templo fernandino. Diario Córdoba.
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