La Virgen del Tránsito procesionó ayer por el Alcázar Viejo en una de las citas de mayor fervor del verano en Córdoba.
La Virgen del Tránsito, sumida en un duermevela mientras los ángeles la suben al cielo, procesionó ayer por su popular barrio de callejuelas blancas y geranios en los alféizares. Pasadas las ocho de la tarde, el incienso y el olor a nardos se apoderaron de la placita de San Basilio, donde las lágrimas de sus emocionadas vecinas se mezclaban con los flashes de no pocos turistas boquiabiertos ante la salida de la llamada «Virgen Dormida». Con sus ojos entreabiertos, salió de la parroquia Nuestra Señora de la Paz al son de «Virgen Macarena» y «Virgen del Amor», compuestas por Javier Alonso e interpretadas por la banda Tubamirum de Cañete de las Torres.
El párroco de la iglesia y consiliario de la hermandad de Nuestra Señora del Tránsito, Alfonso Ruiz Muñoz, precedía a la imagen, una talla anónima donada por los Duques de Benamejí que representa a la Santísima Virgen dormida con un traje en beis con bordados dorados, acostada sobre un impoluto juego de cama blanco y dentro de la urna de cristal. Pero, por encima del indudable valor artístico, la imagen cuenta con el cariño del barrio del Alcázar Viejo, que a pesar de ser agosto y puente festivo, la acompañó, sin multitudes, por su calle San Basilio, la calle de Enmedio —por donde pasa este año, después de que en 2009 no lo hiciera debido a las obras—, Caballerizas Reales, Amador de los Ríos, Torrijos, Judería, Manríquez, Tomas Conde, Campo Santo Mártires y, de nuevo, Caballerizas Reales para regresar a su templo en San Basilio, donde las callejuelas encaladas revivieron, sin ostentosidades, el fervor de la Semana de Pasión.
Detrás de la tradicional procesión conmemorativa del dogma de la Ascensión de María hay «muchos días de trabajo para éste día», indicó mientras ultimaba los preparativos, ayer por la mañana, el hermano mayor de la hermandad de Nuestra Señora del Tránsito, Bonifacio Gómez. También comentó que este año se han arreglado las tres varas de cargos del paso y que la Señora, este año fue llevada por tres cuadrillas de veinte costaleros que cargaron en un profundo ambiente de oración con la también conocida Virgen de Acá como se la denominó para diferenciarla de la Virgen del Tránsito de la iglesia auxiliar de San Agustín.
Y la advocación mariana también se vivió en el Parque Figueroa donde procesionó en parihuelas Nuestra Señora de la Asunción, antes de que se le oficiara una misa flamenca en el club deportivo.
El ABC de Córdoba.