Durante todo el día de hoy, en la iglesia de San Jacinto, la Virgen de los Dolores estará en besamanos con motivo de cumplirse el 45 aniversario de su coronación canónica.
Hay actos cofrades que se precian de ser extraordinarios, que como su palabra indica se salen de lo ordinario, lo normal.
Hoy la cofradía de Los Dolores convoca a los fieles y devotos de la popular imagen a un evento de este tipo y no es otro que el besamanos a la Virgen de los Dolores con motivo de cumplirse el 45 aniversario de su coronación canónica.
Este acto tiene un doble carácter extraordinario porque además de recordar la citada efemérides se da la circunstancia de que la dolorosa servita solo está en besamanos cada cinco años, en concreto los años que terminan en cero o cinco.
Hoy serán muchos los recuerdos que pasarán por la mente de los fieles y cofrades de Córdoba que se acerquen ante las plantas de la Dolorosa de San Jacinto. Unos, los más jóvenes, recordarán la última vez que estuvo en besamanos, año 2008, con motivo de la vuelta al culto tras su restauración, y otros, los más antiguos, recordarán aquel lejano 9 de mayo de 1965 cuando el arzobispo de Sevilla Bueno Monreal y el obispo de Córdoba Fernández Conde impuso sobre las sienes de la Virgen la corona canónica que reconocía los siglos de fervor y devoción a la imagen.
Un acto, el de entonces, donde miles de cordobeses se echaron a la calle para acompañar a la Virgen en su coronación. Según recogen las páginas de Diario CORDOBA, tras la lectura del breve pontificio de la coronación, "la superiora del Hospital de San Jacinto y el alcalde de Córdoba, padrinos de la coronación, se hicieron cargo de la bella corona con la cual subieron al estrado al efecto, haciéndolo igualmente el cardenal Bueno Monreal y el obispo de Córdoba, quienes entre los vítores de la multitud procedieron a imponer la corona a la sagrada imagen, momento en el que se dio suelta a varios cientos de palomas y estallaron cohetes, mientras sonaba el himno nacional. Después fue bendecida la imagen por el cardenal Bueno Monreal y se canto una Salve, impartiendo su bendición papal con indulgencia plenaria el cardenal Bueno Monreal. Finalizó el acto con la ofrenda de flores a la Virgen, iniciada por la marquesa de Villaverde y todas las damas que la acompañaron y después de todos los fieles".
La prensa de la época dejó constancia de la magnificencia del acto, un hecho para recordar, que quedaba expresado en artículos como el de Rafael Cabello Castejón, quien sobre el acontecimiento escribía: "...todo ha pasado; el sublime anhelo se ha consumado. Pero el recuerdo en quien lo ha vivido, perdura; perdurará siempre".
Y es cierto, han pasado 45 años desde esta crónica, pero la devoción es la misma. Hoy Córdoba vivirá un acto cofrade extraordinario, aunque lo que realmente es extraordinario es poder contemplar de cerca la devoción que emana de la gente sencilla hacia su Virgen de los Dolores. Es extraordinario poder contemplar la hermosa palidez del rostro de la Virgen, el suave giro de su cabeza, las delicadas manos con las que coge su pañuelo. Y es que, el simple hecho de ver a la Señora de Córdoba tan de cerca siempre es algo extraordinario.
Diario Córdoba.
Posted in:
NOTICIAS
0 comentarios :
Publicar un comentario