-SADECO RETOMA LA IDEA DE COLOCAR "CONOS" EN LOS CIRIOS PARA QUE NO MANCHEN LA CALLE.

Sadeco no desiste y, tras dos años en los que la polémica se diluyó, vuelve a retomar la idea de que los cirios de los nazarenos en las procesiones lleven incorporado un «cono» de plástico en el que se deposite la cera líquida que se desprende al calor del pabilo y que hasta ahora se derrama en el pavimento.

La empresa municipal de recogida de residuos y limpieza viaria tiene intención de ponerse en contacto con algunas hermandades a partir de la semana que viene para abordar la colocación de los artilugios que ya rechazaron de plano en un primer intento, pero que Sadeco recuerda que son necesarios para evitar la «contaminación» y el peligro que supone dejar la cera en el suelo varios meses después de Semana Santa.

Aunque el argumento sigue siendo el mismo que en 2007, la forma en la que se plantea desde Sadeco ha cambiado ligeramente. El planteamiento de la empresa es que comience a utilizarlo alguna hermandad y que esto sirva para que el resto tome ejemplo y se acostumbre a llevar el cono «recogecera» en los cirios de los nazarenos.

«Sería ideal que alguna lo llevase para abrir camino», indicó ayer a ABC el responsable del Servicio Educativo y de Comunicación de Sadeco, Francisco Jiménez.

El técnico municipal «vendió» la iniciativa como un estandarte de compromiso con el medio ambiente para la cofradía que quisiera ser pionera utilizándolo en una ciudad de las características de Córdoba, aunque no sería el primer lugar en el que se usan, según Jiménez, que mantiene que ya se hace en algún publo de Andalucía. Incluso en Granada se han repartido en los últimos años miles de conos para que los devotos los lleven en la procesión de su Patrona, la Virgen de las Angustias, aunque no se ha hecho en Semana Santa en ésa ni en otras capitales de la comunidad andaluza.

Algo más contundente fue el gerente de Sadeco, Antonio Delgado, quien, dijo que «no queremos imponer» nada, aunque recordó que las hermandades contaminan con la cera que dejan en el suelo, por lo que en cualquier momento podrían actuar «las autoridades medioambientales que lo están viendo como nosotros». En este sentido, reconoció que echar cera al suelo no es tan nocivo como derramar otro tipo de elementos, pero no por ello debe permitirse; y explicó que si bien es cierto que en Semana Santa los ciudadanos dejan en la calle otros residuos como pipas y envoltorios en más cantidad que la cera, también su recogida es mucho más fácil. Incluso Sadeco repartirá, como es habitual desde hace cinco años, 25.000 bolsas en la carrera oficial para que no se tiren pequeños residuos.

En cualquier caso, Delgado dijo que si las cofradías ponen voluntad, se puede dar una solución al asunto de la cera con la colaboración de Sadeco, que repartiría los conos entre las hermandades.

Cabe recordar que éstas hace tres años se negaron en rotundo a poner en los cirios de los nazarenos el recipiente de plástico transparente que propone Sadeco porque la cera que se quema es un tributo a Cristo y porque el cono no sería estético. Por ello, animaron a la empresa a utilizar un sistema de limpieza más eficaz que el practicado hasta entonces.

Sobre esto también se pronunció ayer el gerente de Sadeco, quien reconoció que existen máquinas «específicas» que permiten derretir la cera de las calles pero que se han probado en otras ciudades cuyo nombre no recordó y no habrían sido todo lo efectivas que se esperaba. «Las tienen más por imagen que por uso práctico», explicó Delgado.

Las máquinas en cuestión utilizan agua caliente a presión para derretir la cera del suelo pero cunden «muy poco diariamente y tendríamos que estar más de cuatro meses» para quitar toda la que dejan los cirios. Además, es algo «complicado y caro», añadió también Francisco Jiménez, que explicó que ahora Sadeco utiliza las barredoras y las mangueras a presión del riego nocturno para quitar la cera, que suele quedar en algunos lugares muchos meses. Y esto con el «riesgo de accidente» de alguna persona o coche, indicó Jiménez, que insistió en la necesidad de cuidar las tradiciones pero también la limpieza de la ciudad. El ABC de Córdoba.

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