-NOCHEVIEJA COFRADE.

Celebrar a medianoche la llegada del Domingo de Ramos se ha convertido en una tradición más de la Semana Santa cordobesa.

"Aquello comenzó como una reunión de amigos y fue creciendo. Es una forma muy bonita de recibir la Semana Santa", resumía ayer Luis Miguel Carrión Curro la peculiar forma con la que los cofrades reciben en su taberna, La Trabajadera, al Domingo de Ramos, un acto que se ha convertido en una tradición extendida a otros locales (incluso fuera del ámbito cofrades) y a sedes de hermandades. Se trata de una auténtica nochevieja cofrade en la que, como ocurre el 31 de diciembre, los minutos previos a las 12 de la noche se viven con cierto nerviosismo. En La Trabajadera es Curro el que dedica unas breves palabras para felicitar a los presentes, momentos antes de bajar el último día en el calendario de cuenta atrás para la Semana Santa y empezar la pequeña fiesta. En otros lugares también se celebra con cava e, incluso, ofreciendo a partir de esa hora a los asistentes las castizas torrijas. Por supuesto, los más ansiosos que suelen mostrarse son los cofrades de las hermandades que procesionan el Domingo de Ramos. Nervios sobre nervios. "Para qué me voy a ir a casa a acostarme pronto, si no me voy a poder dormir", decía anoche Bartolomé Mata, hermano del Rescatado. Tras la medianoche, también es casi una tradición el bullir de idas y venidas desde San Pablo al Rescatado, visitando, cuando se puede y dejan, las iglesias en donde se ultiman los pasos del Domingo de Ramos (con los nervios de última hora a flor de piel en San Andrés y Padres Trinitarios) y de días siguientes. Un año más, anoche, había ansia de Semana Santa. Diario Córdoba.

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