
Una simple ojeada a las lápidas y panteones de cualquier cementerio, nos dan una idea del papel que la Bula Sabatina promulgada por el Papa Juan XXII en el año 1322 ha significado en la Piedad Cristiana. Según esa Bula, el Sábado siguiente a la muerte, la Virgen del Carmen intercedería para que el Alma del Difunto, que ha vestido con devoción el Santo Escapulario, saliera del Purgatorio y pasara a la Vida Eterna. Desde ese momento, la Santísima Virgen del Carmen se convierte en la Intercesora de las Ánimas del Purgatorio y Valedora de todos los Difuntos. Así la podemos ver en las pinturas...