Por aquella época; era divertido lo que hacia uno en este tiempo.
Yo por ejemplo; cogía y me iba a dar una vuelta y me perdía por las calles y el inmenso gentío que recorría Córdoba.
Me ponía ciego de cacahuetes, que casi me pongo malo.
O me llevaban a los pasos que mas me llamaban la atención y los seguía hasta que mis pies me pedían descansar.
Y lo mas importante de todo era cuando me entraba el hambre y me acercaba a un restaurante, estaba detrás del Gran Teatro y de cuyo nombre no me acuerdo pero de lo que cenaba era el plato combinado M.Pelayo, dentro de una carta bastante extensa en otras delicias.
El siguiente era Bocadi; ¿ quien no ha comido en este lugar?.
Creo yo que alguien podría hacer un estudio generacional de la población córdobesa...